Es lo que les suele pasar a las personas con “buenos” trabajos que se condenan a una vida de tareas repetitivas, aburridas y que no encienden su alma.

Así que  felicidades por estar dándote la oportunidad de emprender y dedicarte a algo que te gusta. Y claro que puedes vivir de la asesoría de imagen.

De hecho, prepárate para regalarles a tus clientes no solo un nuevo armario, sino una nueva vida.

Porque eso es lo que pasará con los colores y las nuevas prendas que elegirás para ellos: se verán mejor y aprenderán a escucharse y priorizarse. Y se sentirán más tranquilos, con más confianza, así que toda su vida cambiará.

Y es verdad que cuando te planteas convertirte en asesora de imagen te preguntas si habrá gente que te pagará por ello y hasta te desilusionas.

Piensas que si no es para ricos o un gasto innecesario. Porque invertir en imagen es un extra y las personas lo dejan para el final si no tienen dinero.

Pero la realidad es esta:

• Cada vez más profesionales quieren atraer clientes en internet y necesitan verse bien con sus looks.
• Vivimos pegados a una pantalla donde todo es imagen.
• Hay mucha competencia y no es fácil de